La Junta de Gobierno del Colegio de Ingenieros de Montes, en reunión celebrada el día 22 de febrero de 2016, ha tomado el acuerdo de elevar a definitivas las propuestas de conclusiones a las que se llegó durante el desarrollo de la Conferencia Profesional celebrada los días 15-16 de enero de 2016:
FORMACIÓN ACADÉMICA
- Los estudios que conducen a la profesión de Ingeniero de Montes deben proporcionar las capacidades necesarias para el ejercicio de la misma, con el fin de satisfacer las necesidades reales de los ciudadanos y de la sociedad en su conjunto. Las universidades en las que se imparten las titulaciones que conducen a la profesión de Ingeniero de Montes deben garantizar la adquisición de esas capacidades.
- Existe un desconocimiento de la actual oferta de titulaciones en el ámbito forestal y del medio natural y de cuáles son las competencias y atribuciones asociadas a las mismas. Se hace necesario elaborar un plan de comunicación que incluya como uno de sus objetivos la captación de vocaciones forestales entre los jóvenes.
- Los planes de estudio conducentes al título de Máster Universitario en Ingeniería de Montes deben incorporar y/o ampliar aquellas disciplinas que permitan ocupar puestos de trabajo relacionados con nuevos campos de actividad, sin descuidar los campos tradicionales que han constituido el núcleo de la profesión.
- En el diseño de los planes de estudio se deben evaluar las demandas y necesidades actuales sin perder de vista que, en muchos casos, la percepción que tiene el mundo académico de dichas demandas sociales tiene muy poco que ver con las necesidades reales. Se hace precisa la creación de un grupo de trabajo en el que se incorpore a representantes de la docencia y la investigación, pero también de la administración forestal a distintos niveles, de la empresa y del ejercicio libre de la profesión.
- En el ámbito de las ingenierías, la adaptación en nuestro país de las enseñanzas universitarias al Espacio Europeo de Educación Superior no ha seguido la filosofía de un título de grado generalista con competencias relevantes para el mercado de trabajo más un título de máster de especialización. La voluntad de perpetuar los dos niveles de ingeniería ha llevado a configurar unos másteres generalistas con atribuciones profesionales. En este sentido, se plantea la cuestión de si el Máster Universitario en Ingeniería de Montes debería ser un máster de especialización en lugar de un máster profesional de carácter generalista como en la actualidad.
- Aspectos como la internacionalización de la formación, la profundización en la adquisición de competencias transversales, la formación continua o el mantenimiento de las competencias características de la ingeniería como uno de los rasgos característicos de nuestra profesión se contemplan como objetivos a fomentar en el futuro.
MARCO REGULATORIO
- El Colegio Oficial de Ingenieros de Montes es la única organización que ostenta la representación de la profesión de Ingeniero de Montes. Si no existiera el Colegio se darían situaciones de indefensión inasumibles a nivel individual.
- La tendencia actual propiciada por los distintos gobiernos es que los Colegios Profesionales solamente se financien con las cuotas de sus colegiados. Aun así tendrán que hacer frente a importantes funciones públicas sin que la Administración financie nada.
- Es necesario llevar a cabo un Plan de Colegiación que ponga en valor los servicios que presta el Colegio y buscar que “a más colegiados, menor cuota a abonar entre todos”.
- Es crucial la realización de un Plan de Comunicación para dar a conocer a la sociedad ciertos parámetros de “cultura forestal” que a día de hoy le son totalmente ajenos.
- El Colegio debe fomentar la acreditación profesional del Ingeniero de Montes, asegurando así unos estándares de calidad más allá de la formación académica de base.
- Hay que analizar la posibilidad de crear una gran asociación de profesionales relacionados con el mundo forestal, aunque ya exista este tipo de organizaciones.
- Sería deseable incrementar, en la medida de sus posibilidades, la presencia del Colegio en el territorio.
ADMINISTRACIÓN
- La sociedad desconoce las funciones del Ingeniero de Montes, ya sea en el ámbito público de la administración como en el privado.
- Es imprescindible una cuantificación económica del monte y sus recursos y su aportación a las Cuentas del Estado.
- Es necesaria la modernización de la gestión forestal con una mayor disposición de medios tecnológicos adecuados y divulgación a la sociedad.
- Hay que definir y crear un “cuerpo común de gestión forestal” para todos los territorios, con independencia de su compatibilización posterior con las políticas y directrices específicas de cada región.
- El núcleo de la actividad forestal se centra en la gestión de los recursos naturales, garantizando su uso sostenible y su conservación en beneficio de la sociedad.
- La amplitud del objeto de las actividades forestales y su compleja interrelación con otros ámbitos socioeconómicos y ambientales de actuación dificultan una delimitación clara de la identidad del colectivo profesional de los Ingenieros de Montes y su comunicación a la sociedad.
- Hay que fomentar el asociacionismo integrador de toda la profesión forestal de dentro y fuera de la Administración, buscando valores comunes y transmitiéndolas a la sociedad.
- Los profesionales forestales, aparte de sus funciones tradicionales, están en condiciones de afrontar nuevos ámbitos de actividad.
EMPRESAS
- Se percibe como problema grave desde el colectivo de Ingenieros de Montes, la invisibilidad de la profesión en la sociedad, el desconocimiento total y absoluto de la actividad de Ingeniero de Montes y por lo tanto de su “utilidad”.
- También coincide la colectividad en que aquello que no se conoce no se desea, no se quiere, no se solicita, por lo que el conjunto de la sociedad no ve a los Ingenieros de Montes como un colectivo al que recurrir para obtener respuestas a sus demandas.
- Por otro lado, las empresas que trabajan en el “sector Forestal” (dejando su definición lo más abierta posible), emplean a un gran número de Ingenieros de Montes, y se encuentran en similar tesitura con la sociedad que la profesión; son totalmente desconocidas.
- La sociedad, a través de evaluaciones demoscópicas, está altamente interesada o sensibilizada con temas medioambientales, tales como la conservación de especies, espacios protegidos, cambio climático o incendios forestales, pero desconoce la raíz y profundidad de los problemas reales del sector forestal.
- Se entiende y defiende la calidad y excelencia que debe tener la formación del Ingeniero de Montes, pero hay voces que desconfían de la bondad y acierto de los nuevos planes de estudio de acuerdo con “Bolonia”. Se coincide en la creencia de la disminución de egresados futuros debido al sistema estrictamente cíclico de la formación.
- El Colegio y Asociación de Ingenieros de Montes se convierten en estructura fundamental para promover la cooperación entre los profesionales, su adaptación a los tiempos manteniendo la pluralidad que toda sociedad democrática defiende.
- Se demanda una mayor relación entre la Universidad, el Colegio y el entramado empresarial para que el mutuo reconocimiento redunde en una mejor formación y mayor empleabilidad.
- Se entiende que hay que realizar un esfuerzo extraordinario por hacer llegar a la sociedad un mensaje profesional sobre el sector forestal y el profesional Ingeniero de Montes.
- Este esfuerzo, al que todos los profesionales debemos ayudar, debe ser pilotado por el Colegio con la ayuda de otras estructuras sociales y empresariales con quienes confluyan intereses.
- Se reconoce la necesidad de poner cuanto antes en valor las masas forestales españolas, mediante el incremento de la gestión forestal y el aprovechamiento de sus recursos, de los que somos deficitarios, tales como madera, biomasa, ganadería extensiva, usos terciarios.
- Resulta ineludible valorar correctamente los servicios ambientales de las masas forestales y que dicho valor forme parte del activo económico nacional, y comunicarlo a la sociedad.
- La propiedad forestal debe asumir su responsabilidad en la gestión y actuación forestales de sus predios, con la asesoría profesional, y la Administración forestal debe entender su papel subsidiario.
- Es necesario promover las inversiones necesarias de mantenimiento de los montes, ya que son infraestructuras verdes.
- El conjunto empresarial demanda la recuperación inexcusable de un mercado único nacional, libre, transparente, abierto a la libre concurrencia y la libre competencia.
- Se insta a la disminución, control y regulación más exigente, sobre la competencia desleal que suponen tanto las empresas públicas del sector (medios propios de determinadas administraciones pero que actúan como una “empresa más” en otras administraciones) como en muchos casos, las propias Universidades.
- Se propone el esquema adjunto como marco resumen y posible guía de futuras actuaciones y desarrollos.
Estas conclusiones definitivas serán publicadas en cada uno de los grupos de trabajo que se han formado.
Muy interesante iniciativa y las conclusiones que se han recogido.
Me gustaría participar en algún grupo de trabajo, en concreto, el de Empresa y Administración.
Me parece excesiva la primera conclusión sobre los Planes de estudio «obsoletos», pues se ha hecho un esfuerzo muy grande en muchas universidades por actualizarlos y muchas de las carencias que se indican, al menos, en la Escuela de Ingenierías Agrarias de Palencia, no existen, pues se han incorporado a los temarios.
No pude exponer esto en la Conferencia por falta de tiempo, pero podemos verlo con los planes de estudio delante. Sí que comparto la necesidad de enseñar en el monte, de una manera mucho más práctica y aplicada y no tanto en las aulas, en incrementar las prácticas en empresa y en potenciar el máster que ha quedado prácticamente sin significación, a pesar de ser la verdadera profesión de Ingeniero de Montes.
Considero que las universidades tienen una fuerte inercia a incorporar los cambios, pero eso se puede arreglar incorporando más puestos para jóvenes que refresquen e incorporen el uso de nuevas tecnologías. en este momento la edad del profesorado es alta y existe muy poca incorporación de nueva savia.
La Escuela de Montes no es ajena al resto de los Centros de nuestras Universidades y por ello padece de los mismos problemas , como son eso que se dice en la propuesta de Conclusiones, y que no es otra cosa que la consecuencia de unos sistemas de seleccion del profesorado OBSOLETOS (los sistemas) y que nacen de una endogamia, falta de controles y defectos de competitividad.Es cierto lo de la Autonomia universitaria y la Libertad de Catedra pero creo que hemos tomado el rabano por las hojas.
No pude asistir a la conferencia, pero desde aqui me animo a romper una lanza en defensa del Colegio. Creo que en estos últimos años ha realizado una labor seria, constante y callada en defensa de nuestros intereses. Muchas veces ninguneada por nosotros mismos. Antes de lanzarnos a dinamitar el Colegio alegando que no hace nada por nosotros deberíamos preguntarnos ¿que hago yo por el Colegio? No puedo exigir que trabajen por nosotros, si somos nosotros mismos los que no les apoyamos: no colegiandonos, no visando proyectos, no denunciando aquellas prácticas intrusivas que conocemos en nuestro entorno próximo. Aquellos que ya tenéis una edad tratar de recordar como era el Colegio cuando terminasteis la carrera. ¿seguro que no ha notáis las diferencias? creo que el Colegio es, a día de hoy, el órgano que puede iniciar el largo y difícil camino de nuestra reinvención, pues es quien puede aglutinar y servir de nexo de unión entre las Escuelas y los profesionales dispersos por distintos campos. No hay que inventarse ninguna Asociación, ya la tenemos, y con esta conferencia se puede ver que ellos ya han empezado a trabajar.
Completamente de acuerdo contigo Natalia, no es necesario inventar ninguna asociación ya la tenemos y además con una historia apasionante la Asociación de Ingenieros de Montes, tan solo habría que ha hecho con el Colegio.